Por Javier Sánchez
El Zulia es un infierno en este momento no sólo por su alta temperatura sino porque ahora escasea el agua, electricidad, proliferan las moscas y zancudos que sus pobladores resisten a más de 40 grados centígrados.
Si Tito Martínez del Box estuviera vivo y el gobierno le dejara decir que nada es en serio sino todo en broma, de seguro retomara su extraordinario programa de humor La Radio Rochela, con parodias sobre situaciones cotidianas, políticos, artistas y protagonistas de telenovelas en un nuevo espacio y lo más seguro es que sería el Zulia su escenario principal donde la crisis eléctrica es mayor sin que al gobierno nacional le importe un pito.
Quizás esta vivencia la titularía «la rochelita de la luz a 40°. Los sketches retratando situaciones de la cotidianidad como la carencia de servicios básicos, agua, electricidad, gas, transporte público, subida del dólar, la inflación y los altos precios de la comida serían el bocado diario de esta comedia que vivimos en el país y que en el occidente se acentúa por la falta de mantenimiento de las redes.
A las más altas temperaturas los zulianos soportan los apagones con un sol que amanece antes de las siete de la mañana y se esconde a las siete de la noche. Los interminables bajones han acabado con electrodomésticos y demás equipos de los ciudadanos y para muchos resulta cuesta arriba recuperarlos por sus altos costos.
Por fin Manuel Rosales habló del tema y asegura ahora que el cable sublacustre no existe, que hay que construirlo y que las fallas son en las termoeléctricas.
Desde Miraflores se han cansado (sin pena alguna) de decir que esas fallas son producto de actos de sabotaje donde la oposición tiene participación. Se ha agotado ese discurso y han admitido que si existen problemas en el sistema que no han sido atendidos, aunque de vez en cuando dicen que es la falta de mantenimiento y hasta por efectos de fenómenos naturales.
La última que han soltado es que por culpa de una gabarra que tenemos en el Zulia los apagones han regresado, según lo señalado por el ministro del Poder Popular para la Energía Eléctrica, Néstor Reverol, quién asegura que hubo una falla en el cable sublacustre 230kV Tablazo-Cuatricentenario, ubicado en Lago de Maracaibo, producido por dicha embarcación que hacía saneamiento y causó un daño mecánico y eléctrico a uno de los cables que amerita empalme especial. Sin embargo, los especialistas del tema insisten en que una “electrificante»corrupción en el sistema eléctrico que se inició con el gobierno de Hugo Chávez y que habla de unos 38 mil millones de dólares después de más de dos décadas de oscuridad, es la principal razón de que a esta fecha todavía apagones van y apagones vienen y sigue la «guachafita» como dicen en Maracaibo.
El pasado fin de semana el 70% del Estado se quedó sin energía eléctrica por más de seis horas. El reporte del problema se registró en San Francisco, Cabimas y otros municipios zulianos.
Ahora bien, ¿invertir en el sistema eléctrico ha sido el negocio más jugoso para la burocracia corrupta del Ministerio de Energía Eléctrica y Corpoelec y por eso, en tantos años de gobierno chavista y por eso no hay solución alguna? – Es la pregunta que sin repuesta tenemos en este capítulo que vivimos con oscuranas hasta de 18 horas en sectores de Maracaibo e interrupciones del servicio de seis y más horas en casi todo el Estado.
QEn el momento en que cualquier persona prende un bombillo o arranca un motor en algún lugar, esa energía tiene que ser generada por plantas hidroeléctricas y termoeléctricas, transportada a lo largo de muchos kilómetros de líneas de transmisión y subestaciones, distribuida por largas redes aéreas y subterráneas, y llega al usuario. Para que el servicio sea confiable y de calidad su infraestructura debe operar ininterrumpidamente las 24 horas del día los 365 días del año y se requiere de las empresas eléctricas un esfuerzo permanente para operar con un mantenimiento adecuado y constante que no existe y mucho menos la modernización y la expansión de esa infraestructura que expertos en materia eléctrica solicitan cada año y todo indica que se toma a «guachafa» Como todo es así, entonces sucede lo que está ocurriendo desde hace décadas: un servicio eléctrico deficiente que va de mal en peor con racionamientos constantes, múltiples averías y «bajones»que afectan a todo el país.
La falta de electricidad impacta el acceso al agua, a la banca, a los automercados, al combustible, el transporte, el internet, las telecomunicaciones, la salud, la educación, la seguridad y otros servicios, y afecta seriamente la producción.
Se va la luz y no se puede estudiar, cocinar, atender la salud; los comercios se paralizan porque no tienen el fluido eléctrico; los usuarios industriales y comerciales se ven afectados, los puntos de venta se caen, los bancos no pueden abrir al público, ni siquiera hay posibilidades para la recreación.
La «guachafita eléctrica» que mantiene el gobierno parece interesarle porque ni busca a los culpables de la corrupción que desde hace años se ha comprobado en el sector, ni busca soluciones para que el pueblo pueda entender de que en verdad estamos «mejorando» como lo quiere hacer creer.
La rochelita con los apagones y bajones en verdad continua, porque con sólo ver las noticias sobre el tema tenemos. No es esto el culpable, es esto el causante, no hay cable submarino, si hay cable, no se han robado los cobre del sistema eléctrico, si se los robaron, es la termoeléctrica del Zulia, no es la termoeléctrica la causante, el viento y los aguaceros ahogaron las plantas, que no es aquí, que es allá, todos estos comentarios han sido protagonistas de la rochela eléctrica en el país en muchos años. «Todo en serio, nada en broma».
Periodista Javier Sánchez
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